Por: La Redacción.
El Paso, Texas., a 9 de septiembre del 2023.- Las autoridades de Denver están sintiendo la presión que crea en sus recursos la crisis migratoria causada por el creciente número de inmigrantes que están siendo enviados en autobuses desde Texas a la capital de Colorado.
La ciudad de Denver tiene una política para brindar refugio de emergencia a los inmigrantes recién llegados que han sido procesados por funcionarios de inmigración estadounidenses, desde el pasado 8 de mayo, en la cual se comprometen a cumplir las pautas federales y a trabajar también conectar a todos los que lleguen a Denver con servicios y recursos de apoyo, independientemente de su estatus migratorio.
Pero desde agosto se ha duplicado la cantidad de inmigrantes, la mayoría venezolanos, que llegan a Denver desde la frontera con México, indicó este viernes el Departamento de Servicios Humanos local.
La nueva demanda por servicios de ayuda para inmigrantes ocurre solo dos meses después de que Mike Johnston asumiera como alcalde de Denver y prometiese no usar fondos públicos municipales de servicios sociales para ayudar a los inmigrantes.
A la vez, el inminente inicio del otoño también conlleva a más casos de personas desamparadas que requieren alojamiento.
Contrariamente a lo sucedido entre noviembre de 2022 y mayo pasado, la mayoría de los inmigrantes recién llegados (60 %) pide quedarse en Denver. Y ya no se trata de hombres solos, sino de un alto porcentaje de familias con niños.
Según Victoria Aguilar, portavoz del Departamento de Servicios Humanos de Denver (DDHS), en las últimas ocho semanas llegaron 21 autobuses desde Texas con un total de 800 inmigrantes, además de aquellos que arribaron a Denver por cuenta propia.
Desde el pasado 18 de mayo, unos 8,000 inmigrantes llegaron a Denver en 210 autobuses enviados por el gobernador republicano de Texas Greg Abott.
Actualmente el DDHS provee servicios directos o indirectos a 16,836 inmigrantes, comparado con 9,300 en mayo pasado, cuando el entonces alcalde Michael Hancock declaró el estado de emergencia en Denver debido al “agotamiento de recursos y presupuesto”.
El costo total de esos servicios ya supera los $23 millones de dólares, cuando el presupuesto anual habitual de Denver era de $2.5 millones y se esperaba no gastar más de $11 millones en todo 2023.
“No nos encontramos en una situación de emergencia. Definitivamente estamos empezando a sentir cierta presión con el aumento del número y los múltiples autobuses por semana”, dijo la portavoz.
Agregó que si la situación cambia, como ocurrió en diciembre o en mayo, definitivamente el alcalde Johnston no dudará en emitir una declaración de emergencia.
Aguilar enfatizó que la ayuda a los migrantes, incluyendo alojamiento, no ha interferido con los programas de ayuda a personas sin techo debido a que hay mejor coordinación entre DDHS y organizaciones de ayuda locales.
Pero esas organizaciones caritativas, incluyendo bancos de comida y clínicas de salud, también corren el riesgo de quedarse sin los recursos necesarios para continuar con sus programas, como sucedió hace tres meses.
Desde el pasado 1 de septiembre, el DDHS habilitó un centro de donaciones en Denver para el Fondo de Recién Llegados como elementos de uso personal y especialmente ropa de abrigo para el invierno.
Con información de Agencia EFE.