Por: La Redacción.
Chihuahua, Chih., a 22 de julio del 202.- Hasta hace un mes la comunidad de Cerocahui, ubicada en la sierra de Chihuahua, era un punto muy poco mencionado por el resto de la población mexicana, sin embargo, eso cambió con el asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un guía turístico.
El responsable de este crimen es José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, identificado como líder del grupo criminal denominado Gente Nueva, adherido al Cártel de Sinaloa.
El guía de turistas Pedro Palma fue una de las víctimas del Chueco, al ser secuestrado por el criminal, luego de un altercado que tuvieron en un hotel de la zona.
De acuerdo con las autoridades locales, Pedro se escapó y buscó auxilio en la iglesia del pueblo de Cerocahui, donde finalmente lo asesinaron junto a los dos sacerdotes jesuitas, Joaquín César Mora y Javier Campos.
Un mes después de este asesinato, su hijo Ricardo describió cómo fue la última videollamada que pudo hacerle el pasado 20 de junio, minutos antes de que perdiera la vida.
“Hoy se cumple un mes de que les arrebataran la vida a ti y a esas otras dos almas bondadosas que intentaron salvarte. Siempre te caracterizaste en ver por los demás antes que, en ti, y ese día no fue la excepción. ‘Traigo turistas, bájale por favor’, le dijiste sin temor, a ese demonio con nombre y apellido después de que irrumpiera en el hotel a las 13:14 pm”, escribió el joven en las redes sociales.
En otro mensaje, recordó que eran las 21:14 horas en Barcelona cuando Ricardo y su bebé le realizaron la última videollamada a Pedro, quien le confirmó que había dejado a un grupo de turistas en el hotel de Cerocahui.
En esa última comunicación, el guía de turistas le comentó con cara de preocupación que le regresaba la llamada en un momento. Posteriormente, a las 06:00 horas de Barcelona, recibió una llamada de su hermano en donde le informaba que su padre había sido secuestrado.
De inmediato Ricardo buscó un vuelo para regresar al país, y le escribió un mensaje de whatsapp a su papá en donde le decía que ya estaba en el aeropuerto y que iría por él.
Una vez en México acudió directamente a Palacio de Gobierno para pedir informes, pero horas después le confirmaron a la familia que Pedro había sido asesinado junto con los dos sacerdotes.
Desde entonces, “El Chueco” es buscado por autoridades estatales y federales en en Chihuahua, sin que hasta el momento hayan dado con su paradero, pese a que existe una recompensa de 5 millones de pesos a quien dé información que ayude a su captura.