Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 16 de abril del 2022.- Dos días después del hundimiento del Moskva (Moscú), el buque insignia de la Armada rusa en el mar Negro, las fuerzas rusas han vuelto a bombardear Kiev, Járkov y Lviv, y luchan en el puerto y una fábrica siderúrgica por controlar definitivamente la estratégica ciudad de Mariupol, en el sudeste del país. Es la respuesta del Kremlin a su mayor revés militar desde que el pasado 24 de febrero lanzara su ofensiva contra Ucrania.
En la capital de Kiev, ha regresado el sonido de las alarmas antiaéreas, tras días en los que cada vez más vecinos salían a la calle y los avisos de posibles bombardeos se habían vuelto anecdóticos. Se han podido oír en varias ocasiones entre la noche del jueves y la mañana de este sábado, en la que el alcalde, Vitali Klitschko, ha confirmado en su canal de Telegram un ataque en la madrugada en el distrito de Darnitskii, en las afueras de la ciudad.
El bombardeo ha destruido varios edificios de una planta de producción de vehículos acorazados, ha informado la agencia rusa Interfax citando al Ministerio de Defensa ruso, que precisa que se emplearon armas de largo alcance y alta precisión. El alcalde de Kiev ha informado de que el ataque ha causado una víctima mortal y varios heridos, y ha pedido a la población que no ignore las alarmas antiaéreas.
“Kiev era y es aún un objetivo del agresor”, ha remarcado Klitschko, al tiempo que ha instado a los ciudadanos que huyeron al comenzar la guerra que no regresen. “Les pido que se abstengan de volver y se queden en lugares más seguros”, ha afirmado.
En la más tranquila Lviv ―en el oeste del país y donde viven numerosos desplazados de zonas más castigadas de Ucrania― se han oído explosiones este sábado. El responsable de la Administración Militar Regional de Lviv, Maksym Kozytskyi, ha señalado más tarde en su cuenta de Telegram que la Fuerza Aérea ucrania interceptó cuatro misiles de crucero lanzados sobre la zona por cazas rusos. En Mikolaiv ha sido bombardeado un taller militar, según la agencia rusa Interfax.
La ofensiva también continúa en el sur y en este. En Járkov, la segunda ciudad del país, siete personas ―entre ellos un niño― murieron y 34 resultaron heridas el viernes en un bombardeo contra un edificio residencial, según las autoridades municipales. Otro ataque con misil este sábado ha matado a una persona y herido a otras 18, mientras que en Lugansk y Poltava al menos dos personas han perdido la vida y otras cuatro han resultado heridas.
Además, la asediada Mariupol, a orillas del mar Negro, fundamental en la campaña militar emprendida por el presidente Vladímir Putin, sufre los embates de las fuerzas rusas. En la zona del puerto, las unidades rusas han lanzado operaciones de asalto y han empleado por primera vez bombarderos de larga distancia Tu-22H3, según aseguró el viernes el portavoz del Ministerio de Defensa ucranio, Oleksandr Motuzianik.
El portavoz señaló entonces que aún había “combates activos” alrededor de Ilich ―que Rusia asegura controlar ya―, una de las dos plantas metalúrgicas de la ciudad y escenario de los combates más duros de las últimas semanas. El Gobierno ucranio ha desmentido las informaciones rusas sobre su conquista.
“La situación en Mariupol es difícil y dura. Los combates están teniendo lugar ahora mismo. El Ejército ruso está constantemente trayendo nuevas unidades para arrasar la ciudad. Pero, por el momento, los rusos no han logrado aún capturar por completo la ciudad”, aseguró Motuzianik.
El portavoz explicó que el puerto y la fábrica siderúrgica Illich son los dos puntos en los que prosigue la lucha, acompañada de bombardeos aéreos sobre la ciudad. El Gobierno ruso ya anunció en las últimas semanas la toma del aeropuerto, de los edificios municipales y del teatro.
En la capital, ya en la madrugada del viernes se registraron en las afueras las explosiones más importantes desde que las tropas rusas se retiraran de la zona hace 15 días. Tras semanas duras, sus habitantes siguieron el viernes saliendo a la calle y los escasos comercios reabiertos por la relativa calma no volvieron a cerrar. Aunque la vida no se ha paralizado, algunas actividades han sido trasladadas a refugios subterráneos.
El bombardeo ruso del viernes, con misiles de crucero, destruyó una fábrica a las afueras de Kiev en la que, según el Ministerio de Defensa ruso, se fabricaban y reparaban misiles, algunos de ellos antibuque. Ese mismo día se hundió el crucero lanzamisiles Moskva.
Estaba siendo remolcado tras una explosión que Ucrania atribuye a un ataque de sus tropas y Rusia, a un incendio sin especificar que hizo estallar la munición que transportaba.
Aunque no reconoce que el barco sufriese un ataque, el Ministerio de Defensa ruso ha amenazado con una respuesta. “El número y la escala de los ataques con misiles a objetivos en Kiev aumentarán en respuesta a cualquier ataque terrorista o acto de sabotaje en territorio ruso cometido por el régimen nacionalista de Kiev”, apuntó en un comunicado.
Esta es también la previsión de la portavoz de las Fuerzas Armadas en el sur de Ucrania, Natalia Humeniuk. “Entendemos que el enemigo incrementará los ataques, tratará de vengarse, incluyendo ataques con misiles y bombardeos de artillería, y no excluimos una operación terrestre. Entendemos todas las amenazas que afrontamos.
Ha sido una pérdida importante para el enemigo. Somos conscientes de las consecuencias económicas y en términos de armamento, pero también de imagen. Es una guerra híbrida y la imagen tiene un impacto psicológico que también es importante. No lo van a perdonar […]. Nuestras tropas han hecho algo bastante simbólico”, señaló este viernes en una videoconferencia con periodistas.
Washington cree que la explosión de la embarcación militar fue provocada por dos misiles Neptún, de fabricación ucrania, según un alto cargo del Departamento de Defensa de Estados Unidos citado el viernes por la agencia Reuters. La fuente afirma que hubo víctimas, pero los números “no son claros”. La agencia rusa TASS señaló que la tripulación del Moskva ha desembarcado en Sebastopol, en la Crimea anexionada por Moscú, tras ser rescatada. La nota oficial no indica si hay muertos o heridos. Mientras, el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania Anton Gerashenko indicó que el capitán del crucero, Anton Kuprin, murió en el ataque. Kiev dice también que la mayoría de la tripulación, de alrededor de 500 personas, no logró ser evacuada a tiempo.
Moscú, que afirma que su principal objetivo es la toma total de la región de Donbás, ha mandado una nueva columna de miles de tropas hacia el este para emprender lo que Ucrania anticipa que será un ataque a gran escala. Su inicio “será cuestión de días y no semanas”, aseguró este viernes el gobernador regional de Donetsk, Pavlo Kirilenko. Las autoridades locales han hecho un llamamiento a la población para que abandone sus ciudades lo antes posible.
“Hemos visto que las tropas se han reagrupado en la zona oriental y que se están produciendo ataques”, aseguró. El portavoz del Ministerio de Defensa ucranio señaló, además, que las Fuerzas Armadas rusas están volcando sus esfuerzos en tomar otras dos ciudades del este del país: Popásnaia y Rubázhnoie, en la provincia separatista prorrusa de Lugansk.